Anuncio del evento que Coca Cola organizó en diciembre en
Sol (Madrid)
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Aunque la campaña de esta última llevaba anunciada bastante tiempo, se produjo la coincidencia, y Minileaks organizó un evento exactamente igual que el anunciado por Coca Cola, pero una semana antes y con gran participación:
Minileaks pidió explicaciones a Coca Cola que, por otra parte, demostró que llevaba semanas trabajando en el tema de forma que esa acción complementaba su campaña #razonesparacreer.
Y con esta coincidencia la polémica estaba servida. ¿Puede una marca comercial, con su fuerza mediática, apropiarse de la "idea" del movimiento? ¿Puede, por otro lado, un movimiento social agenciarse el dominio de una acción callejera que consista en poner post its con ideas y soluciones para arreglar el mundo? Lo cierto es que este tema ha generado mucho debate. Fijaos en este interesante "diálogo" en 20 minutos, o esta reflexión crítica por parte del blog noesunamanzana.
Y ¿en qué consiste el debate aquí? Las dos ideas son estas:
1. La publicidad tiene un fin: persuadir e incentivar la compra de un producto o servicio a través de estrategias creativas, como puede ser en este caso generar simpatía por ese producto a través del concepto "es posible que el mundo sea mejor". Si a través de ese mensaje la imagen de marca tiene más puntos y la gente lo compra más, será un éxito para la misma. Pero mientras esté usando un mensaje que sea positivo, y transmita valores constructivos, no podemos echar piedras contra el tejado de la publicidad.
2. Por otra parte, sin embargo, cabe destacar que las herramientas metafóricas que usa la publicidad son a veces tan sutiles que nos llegan de forma subliminal y no somos conscientes de que, a través de una forma que encandila (una canción espectacular, un mensaje en pro de la felicidad, una sonrisa de un niño, etc.), nos genera una empatía que posiblemente nos influirá en la adquisición de ese producto de forma inconsciente. se trata de usar un movimiento social con fines comerciales.
Independientemente de decantarnos por una postura o por otra, bien merece destacar el papel crítico, con cada vez más peso y poder, que ejerce la sociedad misma sobre este tipo de estrategias. Y las campañas de Movistar o las acciones de Pepsi son un ejemplo. Esta última pretendió distribuir productos de forma gratuita en la plaza del Sol de Madrid entre los indignados ante lo cual se gestó un movimiento antagónico jamás visto antes. Y la campaña de Movistar ha tenido que recurrir incluso a las disculpas públicas por parte de la agencia Shakelton, después de la reacción popular que es digna de ser estudiada.
Y para muestra un botón. Aquí uno de los anuncios de la campaña original:
Y aquí una de las múltiples versiones y parodias que han inspirado a los cada vez más críticos usuarios a los que no se les escapa ni una:
Ante todo este movimiento paralelo, lo único que se me ocurre decir es que los mayas tenían razón: Pienso que, afortunadamente, 2012 nos traerá una REVOLUCIÓN SOCIAL de gran magnitud :)